23/11/2020

Rezar, orar, contemplar.

A la fervorosa y pordioseante petición de sus discípulos a Jesús, formulada con el evangélico “enséñanos a orar”, el Maestro por antonomasia les contestó con la recitación del “Padrenuestro”, como una de las concreciones más religiosas y sublimes que puedan idearse “así en la tierra como en los cielos”.

Desde tan históricos momentos, los cristianos no han dejado un solo instante de acompañar sus relaciones con Dios, en Cristo Jesús, sin desgranar todas y cada uno de las peticiones contenidas en las versiones del “padrenuestro”, ofrecidas en los textos de los santos evangelios. Esta oración es la más “rezada, orada y contemplada” en el orbe católico, con sagrada reverencia por parte de los fieles de otras adscripciones religiosas. El número de “padrenuestros” con los que la humanidad entera se dirige a Dios, y que se estarán pronunciando en los instantes en los que se leen estas reflexiones, rozará la infinitud.

Y es en este contexto en el que se sitúa y presenta el libro “Rezar, orar, contemplar”, publicado por “Edibesa”, en su colección “Tu rostro buscaré”, con sus 132 páginas, cuya síntesis es la siguiente: ”A veces empleamos el verbo “orar” como si se tratase de una acción concreta y determinada. Sin embargo, es todo lo contrario. Pocos verbos hay más flexibles que este, porque podemos orar de muy diversos modos, dependiendo de las circunstancias en las que vivamos, de nuestras cualidades y, claro está, de la voluntad de Dios, que es nuestro interlocutor. Por eso, cuando una persona afirma que no se le da bien orar, nosotros podemos preguntarnos ¿conocerá esta persona el modo de orar que mejor se adapta a ella? “

El libro trata de ofrecernos diversos modos de relacionarnos con Dios, para que podamos encontrar la forma y manera más adecuada para todos y cada uno de nosotros, en la diversidad de circunstancias de lugar y de tiempo. Su autor, Fray Julián de Cos, es fraile de la Orden de Predicadores –dominico- y, a la vez que doctor en Teología, es ingeniero técnico forestal y licenciado en filosofía, impartiendo clases de formación religiosa en la Pontificia Facultad de Teología de san Esteban de Salamanca.

El planteamiento del libro es realmente didáctico y asequible, por lo que a cualquier lector le resultará fácil descubrir y practicar “los modos de relacionarse con Dios” que ofreció y ofrece la Iglesia.


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